martes, 30 de junio de 2015

Livio Druso, Sulpicio Rufo y la cuestión de los aliados itálicos

Desde la época de los Graco, el problema de los aliados, aunque adormecido, podía llegar a ser una amenaza. En la década de los 90 a.C., la mayoría de los aliados itálicos era consciente de que obtener la ciudadanía romana era el único modo de alcanzar la igualdad con los romanos dentro de su sistema político. Las clases dirigentes aliadas itálicas, además, veían en la ciudadanía romana un paso previo para lograr cierto control sobre la política exterior romana, objetivo que les interesaba lograr debido a que muchos de sus miembros eran hombres de negocios, que conseguían grandes beneficios con la explotación de las provincias de Roma. Así mismo, dichos dirigentes aliados itálicos mantenían relaciones de amicitia o clientela con las familias romanas más poderosas e influyentes. Esperaban, por todo ello, poder introducirse en la vida política, y no sólo obtener el control sobre las provincias sino, además, ejercer el poder. Las restantes clases sociales itálicas, por su parte, veían en el logro de la ciudadanía romana una serie de ventajas tanto en el ejército- soldada, reparto de tierras, botín… -, como en el civil-liberación del tributo y mayores posibilidades de aumentar su nivel de vida-.
Por el contrario, los puntos de vista romanos sobre el problema itálico no habían cambiado: la plebe urbana y rústica seguía sin estar dispuesta a compartir sus privilegios, que creía exclusivos; el orden ecuestre temía la competencia de los hombres de negocios itálicos; y el orden senatorial no deseaba poner en peligro su control sobre las asambleas con el incremento del número de las mismas.
En este estado de cosas, Livio Druso -abuelo adoptivo de la futura emperatriz Livia-, perteneciente a la factio optimate, logró el tribunado de la plebe en el año 91 a.C. Livio que, al parecer, mantenía estrechas relaciones con ciertos dirigentes itálicos, posibles clientes suyos, debía conocer bien cuáles eran los problemas y aspiraciones de los aliados. Consciente de que, tarde o temprano, la única solución sería otorgar el derecho de ciudadanía a los itálicos, quiso arrebatar a los populares, adelantándose al ofrecimiento, los beneficios políticos que se lograrían si por fin esta propuesta era aprobada, para utilizarlos a favor de sí mismo y del Senado. Pero cuando su proyecto de ley fue conocido, incluso los optimates más moderados decidieron abandonarle, y todas sus leyes fueron invalidadas. Poco después, Livio Druso era asesinado por un desconocido en la puerta de su casa1.
La muerte de Druso hizo comprender a los dirigentes itálicos lo inútil que era el diálogo; y estalló la guerra. El núcleo de la insurrección se encontraba en las regiones montañosas de la Italia central y meridional, en torno a marsos y a samnitas; los rebeldes eligieron como cuartel general la ciudad de Confinium, que cambió su nombre por el de Italia, y se dieron una serie de instituciones claramente copiadas de la organización estatal romana. La violencia de la sublevación queda bien reflejada en las monedas acuñadas por los rebeldes, donde se ve al toro samnita corneando a la loba romana.
Por su parte, oscos, umbros, los etruscos, latinos y las colonias del sur de la península continuaron siendo fieles a Roma, cuyos recursos, además, eran superiores a los de los sublevados. Sin embargo, se sucedieron las victorias de los rebeldes, a consecuencia de las cuales otras regiones amenazaron o se unieron a la insurrección, como umbros y etruscos, o el sur de Italia, respectivamente.
A Roma no le quedaba otra salida que aceptar las demandas de los aliados: en el 90, el cónsul Lucio Julio César ofreció la ciudadanía a todos los latinos y aquellas comunidades itálicas que todavía no se hubiesen alzado en armas; al año siguiente se acordó la ciudadanía romana para todos los itálicos con domicilio estable en Italia que lo solicitasen ante el pretor urbano de su ciudad antes de sesenta días; y, por último, una ley de Pompeyo Estrabón, cónsul en el año 89, otorgaba el paso previo a la ciudadanía, el derecho latino, a las comunidades de la Galia cisalpina. Con todas estas concesiones, la insurrección se desmoronó inmediatamente, aunque aún quedaron varios focos de resistencia, que serían sometidos más tarde por Sila y por Pompeyo Estrabón.
Cabe destacar que, en varios aspectos, la llamada “guerra social” (de socii aliados) había presentado las características de un enfrentamiento civil, de italianos contra italianos, que, durante muchísimo tiempo, habían convivido y luchado bajo las mismas enseñas. Era, por tanto, una innovación que ya nadie se asustaría de repetir; de hecho, de la guerra social, Roma pasaría rápidamente a la guerra civil.
En cuanto a las concesiones ya mencionadas, que en la práctica significaban la conversión de todos los itálicos en ciudadanos, no eran tan generosas como a primera vista nos pueden parecer. Sin un sistema de representación adecuado para la nueva situación, dado que para ejercer el derecho a voto se debía seguir acudiendo a Roma, los municipios italianos no tuvieron ninguna posibilidad real de participar en las decisiones del Estado romano, que, como antes del conflicto, quedaron limitadas a los ciudadanos que vivían en Roma, la plebe urbana, o en sus alrededores, la rústica. La diferencia entre tener derechos ciudadanos y poder ejercerlos agudizaría la crisis de la República, debido a que “la mayor parte del cuerpo ciudadano se desinteresó de los problemas del Estado para atender sólo al beneficio económico y social derivado de su nueva condición jurídica”2.
La aplicación práctica de las leyes de ciudadanía resucitó la lucha de factiones en un momento muy delicado, tanto por las malas consecuencias económicas y sociales de la rebelión itálica como por la política exterior, donde Mitrídates VI, el rey del Ponto, pretendía extenderse por el Asia Menor. Las elecciones al 88 no estuvieron libres de violencia, como las del 99, lo que demuestra lo grave de la situación. Finalmente fueron elegidos como cónsules los optimates Pompeyo Rufo y Lucio Cornelio Sila, a quién le tocó en suerte la provincia de Asia y la dirección de la guerra contra Mitrídates.
También fue elegido como tribuno de la plebe el optimate Publio Sulpicio Rufo. Sulpicio había sido partidario de Livio Druso, y, al igual que éste, intentó resolver definitivamente los problemas de los aliados desde una posición conservadora. Pero, ante las dificultades de lograr su propósito, Sulpicio tuvo que establecer alianzas con los grupos ajenos al Senado, lo que le arrojó sin remedio a las filas de los populares. Estos grupos estaban vinculados a Mario, que deseaba la dirección de la guerra en Asia como forma de recuperar la popularidad y el poder perdidos: eran el orden ecuestre, grupos de comerciantes itálicos con grandes intereses en la provincia de Asia, y los veteranos del general. Por ello, para poder sacar adelante su proyecto de ley, por el que distribuía a los nuevos ciudadanos en las tribus ya existentes3, Sulpicio Rufo tuvo que incluir otro más, por el que se transfería al general Mario la dirección de la guerra contra Mitrídates en detrimento de Sila.
Dado que ambas propuestas no contaban con el apoyo de los dos cónsules ni de la mayor parte de la oligarquía, Sulpicio recurrió, como hicieran Saturnino y Glaucia en su época, a las bandas callejeras que se apoderaron de las calles de Roma. Tras una violenta revuelta, en la que uno de los hijos del cónsul Pompeyo Rufo perdió la vida, las leyes fueron aprobadas. Como respuesta, Sila abandonó de inmediato la ciudad de Roma para ponerse al frente de su ejército.

1 Cf. Apiano, Guerra Civil, volumen 1, 34-36.
2 Kovaliov, Historia de Roma, página 513.
3 Lo que les permitía participar en los comitia tributa, desde donde podrían ejercer el voto.

*Fotografía 1: Reconstrucción digital del entorno de la Curia Julia, sede del Senado, y la Basílica Emilia. La Curia Julia sería reconstruida sobre la Curia Silana y la anterior Curia Hostilia, ambas destruidas en sendos incendios, por lo que no existía en la época de la Guerra Social.
*Fotografía 2: Moneda acuñada por los aliados itálicos durante la Guerra Social
*Fotografía 3: Maqueta de Pompeya en corcho, conservada en el Museo Arqueológico de Nápoles. Pompeya, ciudad osca aliada, apostó por la causa rebelde durante la Guerra Social, por lo que fue asediada y conquistada por las fuerzas de Lucio Cornelio Sila. La conquista supuso la conversión de Pompeya desde ciudad libre a colonia romana

viernes, 26 de junio de 2015

Noticias (Pre)Romanas 26/6/2015

Historia Romana

1- El Instituto August Pi y Sunyer (IDIBAPS) de Barcelona abre a la comunidad científica el primer biobanco del mundo con ADN humano antiguo, obtenido del genoma contenido en restos arqueológicos humanos (principalmente piezas dentales) procedentes de los romanos que habitaron la antigua Tarraco (Tarragona) y conservadas en tanques de nitrógeno a 150 grados bajo cero. Estudiar el origen y la evolución genética de algunas enfermedades actuales, como la obesidad o la diabetes, observar el efecto de los movimientos migratorios y analizar la influencia de los hábitos nutricionales y medioambientales en el ser humano son algunas de las vías de investigación que abre el biobanco de ADN humano antiguo. "Este biobanco abre muchas posibilidades al estudio de la población de otras épocas, a ver el background genético y el riesgo que éste puede suponer para las enfermedades que tenemos ahora", ha explicado Ramón Gomis, director del IDIBAPS. La institución biomédica, promotora de la iniciativa, ha contado con la colaboración del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC) y el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT). El ICAC recopiló la información sobre la población funeraria antigua de Tarraco y extrajo muestras dentarias de esqueletos de entre los siglos III y VII d.C. que estaban en el MNAT. El IDIBAPS se encargó de procesar las muestras humanas y salvar restos que estaban degradados; la manipulación del genoma antiguo es complejo porque está muy fragmentado y puede contaminarse fácilmente con el ADN actual de los investigadores que lo manipulan. De las 600 muestras seleccionadas y trabajadas, unas 300 pasaron los filtros para integrarse en el biobanco y, de ellas, 76 ya están disponibles para la comunidad científica internacional. Algunas de las muestras arqueológicas tuvieron que ser sometidas a un proceso de amplificación genómica porque las piezas tenían muy poca cantidad de ADN. Los científicos del IDIBAPS no descartan incorporar muestras de otras civilizaciones para ampliar la oferta del biobanco. "Es importante tener población distinta para poder comparar. Tenemos la voluntad de ampliar este estudio a todos los yacimientos que estén bajo la responsabilidad de la Generalitat de Cataluña", ha señalado Joan Gómez, director del ICAC.  http://elpais.com/elpais/2015/06/16/ciencia

*  *  *
2- Dos historiadores, Noé Conejo y Jairo Serrano, elaboran un proyecto para salvar la villa romana de La Cocosa, ubicada a 16 kilómetros de Badajoz, con el fin de poner el yacimiento en valor y hacerlo visitable. La intención es la realización de prospecciones, el reconocimiento del espacio en el que se sitúan los restos con GPS, y valoración histórica de los vestigios que aún se conservan en la finca, propiedad de la Diputación de Badajoz, con el objetivo de constatar si era o no la única villa existente en la zona y presentar el resultado de sus investigaciones a las instituciones públicas. Para poder llevar a cabo las prospecciones arqueológicas, los historiadores están terminando un informe que entregarán a la Junta de Extremadura en unas semanas. En él recogen las labores que desean ejecutar y con qué objetivos. Este documento es necesario para que puedan obtener el permiso de la Dirección General de Patrimonio para estudiar la zona. Llevan trabajando en esta propuesta desde hace unos dos meses. "Queremos enviarla en breve para comenzar los trabajos sobre campo este verano", especifica Conejo. Cuando tengan los resultados de estas labores, se centrarán en realizar el proyecto de rehabilitación de La Cocosa. En él se analizaran las necesidades que tiene el yacimiento arqueológico y las medidas que se tienen que poner en marcha para acondicionar el recinto. También se incluirá el presupuesto que se requiere para llevar a cabo estas mejoras. Conejo destaca que las obras a ejecutar en la villa romana para rescatarla de su estado de ruina deben consistir principalmente en la limpieza integral de la superficie y la restauración de los restos.  http://www.hoy.es/badajoz/201506/14/historiadores-elaboran-proyecto-para

*  *  *
3- La directora general de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información, Celia Martínez Mora, ha presentado la primera de las actuaciones que ha llevado a cabo el Círculo de Innovación en Investigación Oceanográfica, Robótica y Arqueología Submarina (CIIORA), que impulsa la Consejería de Industria, que "ha consistido en la filmación de un pecio romano en aguas de Cartagena con un vehículo submarino autónomo, un equivalente a los "drones" en el medio acuático. "La filmación de este pecio, localizado por el Museo de Arqueología Subacuática en 2007, es una muestra de cómo las últimas tecnologías permiten realizar observaciones submarinas automatizadas, muy útiles para zonas demasiado profundas o de difícil acceso", señala Martínez. Estas nuevas tecnologías también se pueden utilizar para cubrir otras necesidades que tienen mercado como el de la acuicultura (para la observación y seguridad de sus polígonos de cría y engorde), el de la defensa (antiminas), o el de patrimonio y cultura (detección de pecios y arqueología subacuática), entre otros", añade. La directora general ha destacado también que se han concretado actuaciones sobre tres grandes ejes: el desarrollo de productos comercializables, la formación y la identificación de financiación estable para proyectos estratégicos a largo plazo.  https://latunicadeneso.wordpress.com/2015/06/12/el-circulo-de-innovacion-en-investigacion-oceanografica-se-estrena-filmando-un-pecio-romano-con-un-drone-submarino/

*  *  *
4- Las obras promovidas en Marchena (Sevilla) por la sociedad estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), para mejoras en las infraestructuras de abastecimiento acuático de los municipios del Consorcio del Plan Écija, ha proporcionado el descubrimiento de vestigios arquitectónicos pertenecientes a antiguos edificios de época romana, así como cerámica y "cuentas de vidrio" también encuadrados a este período histórico en el entorno de un yacimiento arqueológico ya catalogado y bautizado como El Lavadero, lo que motivó que la sociedad promotora del proyecto reforzase y anticipase los controles arqueológicos, con unas catas preventivas en el perímetro de la zanja correspondiente a la conducción. Estas catas, según informa Pablo Garrido, uno de los arqueólogos de este proyecto de investigación dirigido por el arqueólogo Jesús Rodríguez Mellado, han propiciado el afloramiento de "muros a nivel de cimentación de antiguos edificios romanos de usos doméstico o de algún otro tipo", en una zanja de más de 200 metros de longitud por dos de ancho, ubicada en una zona de cultivo que dista sólo unos 200 metros del casco urbano de Marchena. Los muros se alzan unos 20 o 30 centímetros, datarían de los siglos primero o segundo d.C. y están acompañados de algunos fragmentos de "pavimento", toda vez que los arqueólogos esperan encontrar "muros de un poco de más potencia", dado que el proyecto de investigación está aún "en fase preliminar". Junto a estos vestigios arquitectónicos han sido descubiertos además fragmentos de cerámica y "cuentas de vidrio"  http://www.20minutos.es/descubren-marchena-restos-antiguas-edificaciones-romanas-con-fragmentos-ceramica-cuentas-vidrio/

*  *  *
5- El colectivo cultural Mariña Patrimonio junto al vivariense de Pensamento e Sementeira y la asociación ecologista Adega denuncian un nuevo expolio en el yacimiento romano de Estabañón, enclavado al pie de la playa de Area, en el municipio de Viveiro. Estas organizaciones pusieron los hechos en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. El presidente de Mariña Patrimonio, Manuel Miranda, precisaba que personas desconocidas excavaron "en las inmediaciones de la pila hallada junto al arenal", donde considera que la protección de los vestigios arqueológicos resulta insuficiente y mínima. "Cuando se hicieron las últimas catas, después de los temporales del pasado año 2014, se le puso encima un geotextil y unos sacos de arena, una protección ridícula para el sitio donde se encuentra el yacimiento", subraya. Manuel Miranda recuerda que entonces ya denunciaron que la acción de la erosión marina destruía los restos arqueológicos, que además ya estaban sometidos a expolio, porque de hecho desaparecieron ruedas de molino antiguas, entre otro material  http://elprogreso.galiciae.com/noticia/denuncian-un-nuevo-expolio-en-el-yacimiento-romano-de-la-playa-de-area

*  *  *
6- Tras la excavación parcial de la villa romana de La Sagrera, durante la construcción de una macroestación del AVE, la extracción de numerosas piezas arqueológicas, y el entierro del yacimiento tras su documentación -si bien aún quedan zonas por excavar dentro y fuera de la infraestructura-, las obras de excavación y los trabajos de restauración se han detenido desde hace más de un año porque Adif ya no les destina fondos, tal como está establecido por tratarse del promotor de la obra. Ese parón es paralelo a una obra que pese a todos los anuncios del Ministerio de Fomento está otra vez bajo mínimos. El Servicio de Arqueología pide sin éxito que siga el proceso y para evitar que el paso del tiempo deteriore los materiales, ha de tomar medidas especiales de conservación en el centro de la Zona Franca donde se guarda todo: estancias con temperatura y humedad controladas o líquidos especiales donde se sumergen objetivos intentan mantener allí en buenas condiciones las piezas descubiertas en los últimos años. En el terreno aún pendiente de excavar, junto al nuevo puente de Treball Digne, las hierbas proliferan lo mismo que los signos de la erosión de la lluvia o los cambios de temperatura. "La mejor protección, reitera el Ayuntamiento a Adif, es que continúen y acaben las excavaciones, no tapar o aislar el lugar como se propone", dice Josep Pujades, responsable de Intervenciones Arqueológicas.  http://www.elperiodico.com/es/noticias/barcelona/sagrera-romanos-arqueologia-excavacion-villa-ave

*  *  *
7- Apunto de terminar la segunda fase de las excavaciones de la villa romana del Alter (Valencia), la estructura de la parte productiva ya ha salido a la luz y ocupa una extensión de cerca de 300 metros cuadrados. Estos últimos trabajos arqueológicos han permitido rescatar la balsa de decantación de seis metros por tres donde iba a parar el líquido, vino o aceite todavía por determinar, después de que la materia prima pasara por la maquinaria que estaba ubicada en el montículo más alto. También se han recuperado algunos fragmentos de un tamaño considerable de las ánforas, destinadas a conservar el producto final y que estaban incrustadas en la tierra. Además, se ha determinado que la estructura productiva experimentó dos fases de reforma. Las nuevas excavaciones dejan a la vista las diferentes dependencias de esta estructura productiva y arrojan nuevos datos sobre la forma de trabajar de los romanos asentados en esta zona de Torrent. Aunque también se ha puesto en evidencia que hay pocas posibilidades de encontrar la parte doméstica de la villa, como remarca el arqueólogos, Javier Máñez, ya que no hay resultados positivos en las catas realizadas en los terrenos de alrededor y las sucesivas roturaciones de los campos de cultivo han podido destrozarla. De hecho, se ha comprobado que la villa ha sido expoliada, quizás por desconocimiento de su importancia, y han sido arrancadas algunas piedras trabajadas de los muros para reutilizarlas. Las raíces de las higueras y chumberas que han crecido en este montículo han sido un elemento más que ha perjudicado el mantenimiento de las estructuras.  http://www.lasprovincias.es/horta-morvedre/201506/19/villa-romana-sale

*  *  *
8-Localizados restos de viviendas durante las obras de adecuación de la Plaza de Toros de Mérida. La actuación que se realiza actualmente se hace para crear y habilitar una serie de locales en la planta de abajo, en la galería de acceso al graderío, y se aprovechan los trabajos para dotar al Coso de San Albín de nuevas acometidas de agua y electricidad. Así lo explica el director científico del Consorcio de la Ciudad Monumental, Miguel Alba, quién indica que desde este organismo se está haciendo el trabajo arqueológico para abrir las zanjas que necesitan para las nuevas instalaciones: "Teniamos muchas expectativas en la Plaza de Toros. Como muchos recordarán, hace más de un siglo que se finalizaron las obras de su construcción y apareció el conjunto escultórico más importante de la Península relacionado con el culto a Mitra, que actualmente se puede admirar en el Museo Nacional de Arte Romano. No se sabe si porque allí había un templo dedicado a esta deidad o porque los cristianos habían ocultado en ese lugar dichas esculturas. Así que, bien porque teníamos datos de una y otra cosa, albergábamos mucha expectación de hallar algo interesante". Indican que el seguimiento que se realiza en este lugar es muy exhaustivo y asegura que los restos romanos que aparecen son muy someros, ya que se localizan en un punto alto de la ciudad como es el Coso de San Albín. Por el momento, dice, no se ha podido aclarar ninguna de las dos versiones, pero las labores continúan con unos trabajos que se realizan en zanja. Lo que sí consideran como un logro es que, por primera vez, se tiene información sobre la estratigrafía del lugar, que cumple y sigue lo que es la zona perimetral como pueden serlo también Morería o la Alcazaba. "Aparecen restos de muros romanos que están muy someros, es decir, muy a ras de superficie, por lo que pensamos que pueden tratarse de viviendas, construcciones que habrían sido arrasadas en el siglo VIII con motivo de la ocupación musulmana", explica.  http://www.hoy.es/merida/201506/14/hallan-restos-viviendas-excavacion

*  *  *
9-Once años después del descubrimiento de la domus de Grandas, en el yacimiento de Chao Samartín, el Museo Arqueológico de Oviedo inaugura una exposición, que podrá disfrutarse hasta octubre, y que constituye un testimonio fundamental para conocer cómo se organizaba Asturias tras la dominación romana. Se trata de una casa de 500 metros cuadrados con "las últimas técnicas del Imperio", datada en las primeras décadas del siglo I d.C. y construida dentro el recinto amurallado del castro para servir de residencia a un destacado personajes de la administración imperial. La exposición, denominada "DOMVS. Una casa romana en el castro de Chao Samartín", y comisariada por el arqueólogo Ángel Villa, se recrea el ambiente de las principales estancias de la mansión (con dos pisos, un gran atrio de estilo toscano y un horno en excelente estado) y se describen las técnicas y materiales empleados para la decoración de sus paredes, así como los trabajos de rescate y restauración que permiten exhibir esas pinturas murales recuperadas en el yacimiento de Grandas de Salime. Esas son algunas de las "maravillas" de una mansión "que ha resistido con una gran dignidad el paso de los siglos", explicó la consejera Ana González. "Una casa nobiliar es habitual en el mundo romano. Lo que ya no lo es tanto es que esté dentro de un recinto fortificado, dentro de una población de gentes que no vivían como romanos", apuntó Villa, quién precisó que "probablemente eso sucedó porque era un castro importante y qué mejor forma de indicar a los lugareños quién mandaba tras la conquista que la usurpación de ese lugar de prestigio"  http://www.elcomercio.es/culturas/arte/201506/12/domus-grandas-abre-puertas

*  *  *
10- La Junta de Gobierno de la Diputación de Burgos ha dado luz verde al que se antoja como primer gran paso dentro del proyecto conjunto para la puesta en valor del yacimiento de la ciudad romana de Clunia. Una actuación planteada en más de 10 millones de euros que se pretende llevar a cabo a lo largo de los próximos años y que comenzará de manera efectiva con la construcción del nuevo centro de recepción de visitantes de los yacimientos. El expediente aprobado se circunscribe a la contratación de la redacción del proyecto básico, del proyecto de ejecución, del estudio de seguridad y salud, del seguimiento arqueológico y de la propia dirección de obra durante la ejecución de los trabajos de construcción, no sólo del centro de visitantes, sino también del nuevo aparcamiento anexo. En total, el expediente ha sido aprobado con un presupuesto de 259.000 euros. A la espera de conocer los detalles de la propuesta constructiva, el nuevo inmueble se construirá junto a las instalaciones de recepción de visitantes operativas hoy en día. Ese edificio, en principio, permanecerá allí para su uso como aulas u otros menesteres. Lo mismo sucederá con las plazas de aparcamiento ya disponibles, que verán aumentar su número de manera considerable en toda la zona aledaña. Pero antes de cualquier trabajo de construcción, será necesario llevar a cabo un completo programa de prospección arqueológica para asegurarse que bajo los cimientos no hay nada reseñable y, en caso de que lo haya, planificar las actuaciones necesarias para su conservación y puesta en valor. De hecho, éste último es uno de los puntos clave del expediente aprobado.  http://burgosconecta.es/2015/06/11/aprobada-la-redaccion-del-proyecto-del-nuevo-centro-de-visitantes-de-clunia/

Historia Prerromana


1- El Centro Andaluz de Arqueología Ibérica (CAAI) de la Universidad de Jaén ha presentado detalles de la Cámara Funeraria del Prínicipe Íbero de Arjona y, a juicio del director de este organismo, Arturo Ruiz, la importancia de este reciente hallazgo reside, además de en la excelente factura de la obra arquitectónica y de la información recogida durante la excavación, en "el ajuar funerario recuperado, que caracteriza la riqueza propia de un príncipe y su familia". En abril de este año el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica -Universidad de Jaén; Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía- finalizó la campaña de excavación de la necrópolis de la Cuesta del Parral en el paraje de Piquia en Arjona y se documentó una cámara funeraria, que como el resto de los enterramientos de la necrópolis ha sido construida en el siglo I a.C. y que contenía un importante ajuar. La Cámara de Arjona es de mampostería con grandes sillares, planta rectangular y estuvo semienterrada. Desde su posición se abría un gran espacio circular demarcado por un foso, donde se realizaron los ritos funerarios en honor y memoria de quienes fueron enterrados allí. Entre ellos se ha documentado un ritual de libación. Al interior de la cámara funeraria se llegaba por el lado occidental a través de escalones. Enfrente se construyó una repisa sobre el suelo enlosado y en el lateral norte dos nichos a modo de cajas. Del conjunto de materiales arqueológicos destacan siete cráteras áticas de figuras rojas del siglo IV a.C. y amortizadas en el rito de enterramiento, que conviven con un ánfora Dressel, los restos de un gran vaso de vidrio y un importante número de recipientes de cerámica ibérica pintada tardía. También se han excavado los restos de un carro funerario de hierro y madera con apliques y adornos de bronce. De estos últimos elementos destacó Ruiz un hallazgo "excepcional": "Se trata de una cabeza de guerrero íbero que está siendo devorada o vomitada por un animal, seguramente un lobo, que recuerda por sus características las piezas también de carro, existente en el Museo Arqueológico Nacional, procedentes de Cerro Maquiz en Mengíbar y hallados en el siglo XIX, sin descartar que se trate de un león" http://terraeantiqvae.com/profiles/blog

*  *  *
2- El equipo arqueológico que dirige el profesor Alfredo Jimeno profundizará en el verano de 2016 en el conocimiento del sustrato celtibérico de la ciudad de Numancia, con nuevas campañas dirigidas a conocer y documentar su trama urbana original. Jimeno ha explicado que lo que hoy pueden ver los visitantes del yacimiento arqueológico de Numancia son los restos de una ciudad de época romana, pero que fue ampliada posteriormente, aunque la creencia generalizada entre los investigadores es que había sólo dos ciudades superpuestas (celtibérica y romana). El profesor de la Universidad Complutense avanzará sus futuras líneas de actuación en el yacimiento arqueológico de Numancia en la conferencia que impartirá en julio dentro de las actividades organizadas por la Fundación Duques de Soria. "Estamos haciendo una relectura de seis hectáreas excavadas para poder diferenciar edificios que podamos interpretar y reconstruir en 3D para luego incorporarla a la memoria y el libro de Numancia, que supone toda la revisión de las excavaciones realizadas desde el siglo XIX", ha explicado Jimeno, quién además ha sostenido que cuando Numancia recibió el grado de municipium, con una población estimada de 1500 y 2000 habitantes, empezó a tener mayor peso político en la estructuración que realizó Roma en la península ibérica. A juicio del profesor hay que realizar durante los próximos años excavaciones en Numancia para conseguir saber cómo estaban ordenadas las casas en la trama urbana celtibérica, cuyos restos están datados en el año 183 a.C. Este verano la campaña, que se iniciará en la segunda mitad de julio, estará enfocada a terminar la memoria sobre los trabajos desarrollados en la última década para poder presentar el trabajo antes de final de año  http://www.heraldodesoria.es/noticias/soria/los_arqueologos_profundizaran_este_verano_trama_urbana_numancia_celtiberica

*  *  *
3- El primero de los turnos de la XXVI campaña de excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Pintia situado entre las localidades vallisoletanas de Padilla de Duero y Peñafiel, ha descubierto en menos de 18 dias cinco nuevas tumbas constituidas por una treintena de piezas arqueológicas en el cementerio vacceo-romano de Las Ruedas. El director del Centro de Estudios Vacceos "Federico Wattenberg", institución organizadora de las excavaciones arqueológicas, Carlos Sanz Mínguez, ha explicado que en los ajuares de las cinco nuevas tumbas se han descubierto "elementos novedosos" por lo que será necesario llevar a cabo un "trabajo muy exhaustivo" para lo que se requiere "mucho tiempo y esfuerzo" por lo que mantienen una baja intensidad de excavación para poder hacer frente a esa dimensión de trabajo. Este cementerio, de unas seis hectáreas de extensión, fue objeto de uso a lo largo de más de medio milenio, entre finales del siglo V a.C. y el inicio del siglo II d.C., durante los cuales la incineración fue el ritual fúnebre mayoritariamente practicado, en el que el cadáver era ataviado con los elementos característicos de su condición social durante la cremación. Desde el año 2002, año en el que el proyecto de Pintia comenzó su investigación en esta zona, se ha descubierto hasta la tumba número 284 a la que se han sumado los cinco nuevos sepulcros encontrados desde el pasado 1 de junio. Sanz Mínguez, que también es profesor titular de Prehistoria de la Universidad de Valladolid (UVA), ha resaltado la "falta de recursos suficientes" para dedicar el tiempo "necesario" a toda "la riqueza" que se descubre en las excavaciones. En esta línea, el director de las excavaciones ha señalado que el fin último de la iniciativa es la sostenibilidad para lo que existe una "falta" de apoyo por parte de la Administración autonómica, provincial o municipal, entes que no contribuyen "tanto como se desearía." http://labitacoradejenri.blogspot.com.es/2015/06/descubren-cinco-nuevos-enterramientos.html

*  *  *
4- Excavada en Villajoyosa una extraordinaria necrópolis de mil años de duración (siglo VI a.C. a IV d.C.). Los trabajos de excavación arqueológica se han desarrollado desde el pasado mes de enero y se han llevado a cabo con extremada discreción dada la importancia de los hallazgos. El yacimiento es uno de los espacios funerarios más relevantes excavados en la provincia de Alicante, y pertenece a la gran necrópolis de Casetes, de más de 700 m de longuitud, de los que se excavaron en el pasado otros sectores, como el de la plaza de la Creueta. Se han excavado 150 tumbas, lo que convierte a este sector en el más numeroso excavado hasta la fecha en Villajoyosa. Al mismo tiempo, ha sido la excavación más difícil y compleja desarrollada nunca en el municipio, dado que las tumbas se cortaban unas a otras y se ha dado el caso de que en 2 metros cuadrados existían 5 tumbas superpuestas de diferentes épocas, dificilísimas de distinguir entre sí por ser simples fosas excavadas en tierra. Las tumbas más antiguas se fechan en el siglo VI a.C., la llamada época Orientalizante, en la que la población indígena está bajo fuerte influencia fenicia y más tarde cartaginesa. Entre ellas destacan dos cámaras rectangulares enlucidas y con bancos corridos en el fondo delimitando un crematorio que a la vez sigue de tumba. Otras tumbas se pueden fechas entre los ss. IV y V, ya en época ibérica, entre ellas parte de un túmulo de piedra escalonado y otras numerosas tumbas. Del Ibérico Final o época iberorromana han aparecido tumbas con las cenizas en vasos íberos llamados cálatos, con decoración pintada en rojo. En esta época se construyen muretes que delimitan recintos funerarios, espacios diferentes dentro de la necrópolis. El yacimiento sigue muy activo en el Alto Imperio romano, con enterramientos en ollas y un bebé enterrado en un ánfora, así como superficies rectangulares donde se queman y entierran los huesos del difunto. A partir del siglo II, y durante la época tardorromana, tenemos una decena de tumbas de inhumación, en las que los difuntos ya no se queman. Algunas de ellas son insólitas, como los restos de un individuo que apareció con una argolla de hierro alrededor del cuello, y otras en las que se aprecia claramente que la fosa se fue abriendo para reutilizarla.  http://www.vilamuseu.es/blog/excavada-en-villajoyosa-una-extraordinaria-necropolis-de-mil-anos-de-duracion-s-vi-a-c-a-iv-d-c/

*  *  *
5- La Guardia Civil de la Región de Murcia, en colaboración con el Servicio de Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma, ha desarrollado la operación "Gladiator", una investigación dirigida a la localización de numerosos objetos arqueológicos, puestos a la venta a través de Internet, que se ha saldado con la recuperación de 187 piezas declaradas como integrantes del Patrimonio Histórico Español. La investigación se inició el pasado mes de marzo, cuando especialistas del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil se hallaban tras la pista del comercio ilegal, en páginas de venta de objetos de interés cultural a través de Internet. Tras uno de estos anuncios localizaron a un particular que ofrecía, por precios nada desdeñables, piezas y objetos con una amplia cronología en diferentes épocas y culturas, como la ibérica, romana, bizantina y egipcia. Han sido halladas y decomisadas monedas de diferentes épocas, bifaces -herramientas líticas prehistóricas-, piezas de cerámica, puntas de flecha, conteras medievales -adornos de diferentes armaduras-, abundantes fíbulas -pieza metálica utilizada en la antigüedad para unir y sujetar alguna de las prendas que componían el vestido-, partes de ungüentarios o lacrimatorios, colgantes romanos, escarabeo egipcio, collar y hebillas romanas, y hojas de cuchillo bizantino, entre otros. También, piezas de paleontología entre las que se encuentran un ammonite gigante, una caracola, dos trilobites, dientes de tiburón y de mono saurio. Los objetos recuperados se hallaban en buen estado de conservación pese a los deterioros propios generados por el paso del tiempo. El saqueo de este tipo de bienes cultural, consistente en la aprehensión de dicho patrimonio con fines lucrativos, suele finalizar con su venta a coleccionistas o aficionados, lo que ocasiona un perjuicio irreparable en el Patrimonio Histórico Español.  http://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/recuperan-cerca-200-objetos-patrimonio

lunes, 22 de junio de 2015

Cayo Mario y los "populares"

Las dos factiones así creadas como consecuencia de la acción política de los hermanos Tiberio y Sempronio Graco (ver el artículo anterior Las reformas de los hermanos Graco), la de los optimates y la de los populares, dominarían por completo la escena política romana durante casi un siglo, pero ¿en qué consistían exactamente?
En lo referente a los medios y a la composición eran prácticamente iguales: ambas factiones habían nacido del orden senatorial y utilizarían las alianzas familiares, la demagogia, y la manipulación del pueblo como medio para alcanzar sus propósitos. Sólo en dichos propósitos se diferenciaban. Por un lado, los optimates -la oligarquía senatorial y sus defensores- practicaban una política conservadora, dirigida a reprimir las fuerzas políticas hostiles y a devolver su autoridad al Senado. Los populares- los políticos reformadores y sus seguidores-, por su parte, pretendían reformar el Estado y defendían una serie de reivindicaciones sociales1 encaminadas a introducir en la política activa por los motivos que fueran, a estamentos que, por lo general, quedaban al margen, especialmente, al orden ecuestre. Los populares “fueron personajes que encontraron en los fracasos de la política exterior y en la falta de cohesión del orden senatorial, un pretexto para afirmar sus posiciones personales, utilizando para ello las exigencias y las frustraciones de grupos políticos y sociales heterogéneos, ajenos al Senado, como el orden ecuestre, la plebe urbana, y, sobre todo, los veteranos del ejército”2  Por último, cabe destacar que tanto el movimiento popular como optimate de finales del siglo II a.C. se encontraban divididos, a su vez, en otras numerosas factiones propias con intereses diferentes y a veces opuestos, por lo que nunca se creó lo que podríamos llamar un "sistema bipartidista". La existencia de todas estas múltiples factiones supondría por tanto un nuevo factor de desestabilización social y complicó aún más la escena política, unida a la pérdida del control absoluto por parte del Senado, los cada vez más numerosos individualismos, las crecientes intervenciones del orden ecuestre en la política, el despertar de las masas y después el ejército, como factores políticos.
El primer personaje importante en ser considerado popular es, sin duda, Cayo Mario. Mario fue un homo novus, es decir, el primero de su familia en formar parte del Senado. Ligado por clientela a la familia Metela, inició con su apoyo una carrera política que le condujo hasta la pretura en el 115, al gobierno de la Hispania Ulterior en el 114, y a su incursión como legado en el ejército de África en el 109, a las órdenes de Quinto Cecilio Metelo. Las relaciones entre Cayo Mario y la familia Metela se deterioraron pronto, pues mientras Metelo lograba buenos resultados en su acción militar contra Yugurta en África, Mario utilizaba en su propio provecho la impaciencia y frustración de los grupos que, en Roma, consideraban que la guerra era ya demasiado larga. Con una gran popularidad entre la plebe y los soldados, el creciente desprestigio de la gestión de Metelo y la promesa de una rápida conclusión de la guerra, Mario logró su primer nombramiento como cónsul en el año 107. Aún más, un decreto emitido por la asamblea popular, en clara intromisión con la tradicional prerrogativa del Senado en política exterior, asignó a Mario la dirección de la guerra africana contra Yugurta.
Aunque Mario tardó tres años para vencer a Yugurta, y la resolución de la guerra no se debió tanto a su genio militar, como a la diplomacia de un subordinado suyo, el cuestor Lucio Cornelio Sila, esto no impidió que la obtención de la victoria le fuera atribuida completamente. Como consecuencia, su popularidad creció aún más si cabe, como demuestra el hecho de que se le concediera un triunfo en el 104 -el ingreso solemne del vencedor en Roma con los mayores honores militares-, fuera elegido cónsul por segunda vez para este mismo año, y se le asignara el mando de las tropas contra cimbrios y teutones, cuya emigración al sur desde la península de Jutlandia amenazaba la Galia Narbonense e Italia tras que derrotaran a los ejércitos romanos en Noreia (113 a.C.), y Arausio (105). Las derrotas hicieron cundir el pánico, logrando así para Mario se reelección como cónsul cuatro veces seguidas, desde 104 hasta 101 a.C., hasta que destruyó el peligro bárbaro, derrotando a los teutones en 102 en los alrededores de Aquae Sextiae, y a los cimbrios en el año 101 en los Campii Raudii.
Pero más que por sus victorias, Cayo Mario destaca por la reforma del ejército que llevó a cabo, que supuso el nacimiento del ejército profesional. Dicha reforma se basaba no sólo en la introducción de una serie de reformas tácticas3, sino también, y sobre todo, en el reclutamiento como voluntarios de ciudadanos romanos sin recursos económicos mínimos para poder ser considerados propietarios, y, por tanto, no aptos para el servicio militar. Con ello quería finalizar los problemas de reclutamiento. A partir de entonces, fueron desapareciendo del ejército los propietarios, sustituidos por proletarios, individuos sin una ocupación fija para quienes la milicia representaba una salida para sus problemas económicos; su máxima aspiración era conseguir, tras su licenciamiento, una parcela cultivable, que les permitiera reintegrarse en la vida civil como propietarios. Y, de este modo, surgió, de nuevo, el problema agrario, pendiente de resolución desde la época de los Graco; pero, además, esa exigencia tendría también una consecuencia política de enorme importancia, pues para lograr sus aspiraciones, el ejército necesitaba de su caudillo, que, como si se tratara de cualquier patronus -así se llamaba al aristócrata en relación a su clientela-, consiguiera del Estado los deseados repartos de tierra.
Esas relaciones de dependencia recíproca entre el general y sus soldados conducirían a la formación de los ejércitos personales, que tanta importancia tendrían tras Mario: si los soldados contaban con su general para resolver el problema de la asignación de tierras, éste podía utilizar para sus propios intereses personales el potencial político de sus soldados y sus veteranos, ya fuera a través del voto en las asambleas o incluso con la fuerza de las armas.
Así pues la mayor preocupación de Mario, cuando regresó a Roma, fue el porvenir de sus veteranos. No podía esperar la colaboración de la nobilitas4, que siempre lo despreció por ser un homo novus y que recelaba de él por el poder personal y la popularidad que había alcanzado, las buenas relaciones que mantenía con importantes grupos ecuestres, y por el apoyo incondicional de sus veteranos. Pero finalmente fueron estos mismos factores los que permitieron a Mario encontrar aliados entre varios políticos populares, en concreto, le granjearon el apoyo del tribuno Apuleyo Saturnino y, más tarde, de Servilio Glaucia, que estuvieron dispuestos a incluir entre sus exigencias la concesión de tierras a los veteranos, a cambio de contar, para sus fines, con la popularidad y el poder del viejo general.
¿Cuáles eran estos fines? “(Saturnino y Glaucia) aspiraban a la ampliación de sus bases personales de poder, mediante el debilitamiento de la oligarquía y la manipulación de las asambleas populares, pero sin la alternativa válida de un programa conscientemente revolucionario”5, es más, podríamos decir que no realizaron ningún tipo de programa, pues la actividad de ambos se redujo a un intento fallido de rebajar drásticamente los precios del trigo, y, como respuesta a esto, a la entrega al orden ecuestre del control total de los tribunales criminales y al desencadenamiento de procesos políticos contra importantes miembros de la oligarquía. De hecho, tanto Saturnino como Glaucia únicamente son considerados políticos populares por la mayoría de los autores por el uso de diversas técnicas de agitación y manipulación del pueblo ya que “todo el caudal de poder acumulado, concentrado como consecuencia del descontento de varios grupos sociales, no fue invertido en un programa coherente de remodelación del Estado y de la sociedad sino malgastado en contentar egoísmos”6: a cambio de presentar la legislación agraria deseada por Mario, sólo le pidieron su apoyo para lograr en 100 a.C., año en que el viejo general se presentaba a su sexto consulado, un segundo tribunado para Saturnino y la pretura para Glaucia. Aunque con medios violentos, los tres lograron sus objetivos.
A cambio, satisficieron los deseos de Mario en dos ocasiones: al finalizar la guerra de África contra Yugurta lograron parcelas de tierra cultivable en territorio africano para los veteranos, y al acabar el conflicto contra cimbrios y teutones, que se les concedieran tierras en la Galia. Se fundarían además colonias donde asentar a los veteranos, y Mario recibió el derecho de otorgar la ciudadanía a tres de sus colonias, lo que indica que entre los beneficiarios de la ley, debieron incluirse aliados itálicos. Se resolvía así, por fin, el problema de distribución de tierras, al no pretender ubicar las parcelas en la península itálica, donde ya no había ager publicus disponible, sino en territorios fuera de Italia.
El proyecto, sin embargo, se encontró con la oposición de diversos grupos sociales, que se sintieron discriminados En primer lugar enfrentó a la plebe rústica, la principal beneficiaria de la distribución de tierras-pues el nuevo ejército de proletarios se nutría de ella-, con la plebe urbana, que no ganaba nada. Además, la extensión de los beneficios de la legislación agraria a los aliados itálicos “levantó la inmediata oposición del cuerpo ciudadano, monopolizador egoísta de sus privilegios”7. De ahí que la ley fuera aprobada mediante el terror de las bandas armadas, organizadas por los populares.
Conseguido en cualquier caso su propósito, a Mario ya no le quedaba ningún interés común con los populares, y se desentendió del problema que él mismo había causado; su postura empeoró aún más la situación. Sin su apoyo, la candidatura popular en las elecciones del 99 a.C., en las que Saturnino deseaba su segunda reelección como tribuno, y Glaucia el consulado, solamente podía salir adelante con una nueva utilización de la violencia y el terrorismo, que desembocaron en el asesinato de Cayo Memmio, otro de los candidatos, por partidarios de Glaucia. Los optimates, cuyas distintas factiones se habían unido momentáneamente ante el peligro común, no desaprovecharon la oportunidad que los propios Saturnino y Glaucia les habían puesto en bandeja, y obligaron a Mario, como cónsul del año 100 a.C., a restablecer el orden declarando el Estado de excepción (senatusconsultum ultimum).
Mario, por tanto, se vio obligado a elegir entre traicionar a la nobilitas o cargar contra sus antiguos aliados; optó por la segunda opción, y no pudo impedir el linchamiento popular de ambos. Al fin y al cabo, la aspiración última de Mario, como homo novus de orígenes humildes que era, había sido siempre el reconocimiento de sus méritos y la integración en la nobilitas; pero, puesto que ésta no lo aceptaba voluntariamente, se vio obligado a imponerse por medios políticos, sin tener en cuenta que éstos tendían a debilitar precisamente la institución en la que quizás deseaba integrarse como cabeza

1 Las peticiones más recurrentes de la política popular eran los relacionados con el tema agrario, las condiciones para la distribución de trigo y las disposiciones legislativas para los aliados itálicos.
2 Roldán, Historia de Roma, página 192.
3 La legión continuó siendo la unidad táctica, pero articulada en diez cohortes de 600 hombres cada una, con la mejora resultante de la capacidad de maniobra y el poder combativo. Otras innovaciones fueron la unificación y modernización del armamento, el cultivo entre la tropa del espíritu de cuerpo y la introducción de una rígida disciplina.
4 La nobilitas era el conjunto de familias más poderosas de Roma, al que solamente se accedía si un miembro de la propia familia lograba el consulado.
5 Tom Holland, Rubicón, página 96.
6 Roldán, Historia de Roma, página 194.

7 Roldán, Historia de Roma, página 195.

--------------------
*Fotografía 1: "Cicerón pronuncia su discurso contra Catalina", de Cesare Maccari
*Fotografía 2: Supuesto retrato de Cayo Mario, en los Museos Vaticanos
*Fotografía 3: Representación de legionarios en la Columna de Maguncia
*Fotografía 4: "Yugurta encadenado", litografía de una traducción de "La Conjuración de Catilina y la Guerra de Yugurta", de Cayo Salustio Crispo, datada en 1772

viernes, 19 de junio de 2015

Yo, Claudia Livila (XXXI)

Las celebraciones del falso triunfo germano de mi hermano se prolongaron durante días, y todos sin duda pugnaron por llevar a cabo los costes más desorbitados y los más estrambóticos espectáculos en su afán por honrarlo. Mi propio marido Druso organizó en conmemoración de la inexistente gesta juegos gladiatorios cuando el enfervorecido entusiasmo por fin estaba declinando, juegos que sólo él hubo de disfrutarlos, mostrando una desorbitada afición a la sangre que a todos a su alrededor acabó repugnando y sólo contribuyó  a que el pueblo volviera a despreciarlo. Pues en la tribuna mi horrenda cuñada insistió en que Nerón y mi pequeña se sentaran juntos de nuevo; sin duda era consciente que la cena constituyó un fracaso y de que mi Julia, aún con delicadeza, sin pretender ninguna ofensa, no cesaba de rehuirlo y rechazarlo. Para la ocasión, Agripina había intentado instruir a su hijo mayor en el complejo arte de la seducción y la atención, ¡cenizas y necedades en una boca no acostumbrada a ellas que pronto quedaron al descubierto como ridículas falsedades! ya que con los primeros clamores y combates, los gladiadores y la sangre se revelaron para Nerón mucho más importantes que Julia y los sentimientos que alguna vez pudiera albergar por él en su pecho. Relegada y olvidada, quedó por ese ingrato malcriado mi niña toda la primera parte y ese niñato repugnante ni siquiera se dio cuenta ni pareció importarle cuando mi pequeña se retiró del anfiteatro durante el descanso, si no que incluso su ausencia pareció aliviarle. Aquel día tu insigne nieta cumplía trece años y ninguno miembro de su futura familia pareció acordarse de ese dato. Esa misma mañana me había mirado extraño cuando le había entregado, con una sonrisa y un beso, como regalos, delicados instrumentos de escritura desde las profundidades de Asia y varios rollos de la Biblioteca de Alejandría. Con fúnebre lengua me había preguntado sino consideraba más apropiado comenzar a reunir el ajuar de su matrimonio; le respondí que no debía preocuparse, pues hasta la boda aún habría de transcurrir tres años, enternecida y dolida al percibir como Julia con Nerón, al igual que yo con su padre, concebía el vestido de novia como una mortaja y el Himeneo como pesada lápida funeraria. Sabía que mis palabras no lograron sembrar en su ánimo consuelo alguno, pues ¿qué eran tres años de tregua en comparación con una vida eterna de condena? Y sin embargo, en tres años podían pasar muchas cosas y yo me estaba esforzando por lograrlo. De momento, ponía en táctica las artes que Livia, la vieja arpía, antaño me había enseñado y observaba y atesoraba mil informaciones como poderosas armas. No era Nerón quién me importaba, sino su hermano Druso quién me interesaba. Aunque habían nacido ambos de un mismo vientre y una misma semilla, Agripina trataba de forma muy diferentes a sus dos vástagos. Estaba claro cual de los dos consideraba mi cuñada que merecía por entero su amor: Nerón era su esperanza del Imperio, su gran e ilustre proyecto, la perspectiva de recuperar para la sangre de los Julios la dirección del reino... Druso, en cambio, no pasaba de simple segundón, sin perspectiva de fama ni gloria, destinado por siempre a arrastrarse en la sombra. Puede que, por su juventud, no fuera del todo consciente del papel patético por su madre asignado -aunque no dudaba que el despertar de su ambiciosa sangre juliana le llevaría a rechazarlo con desagrado-, pero si percibía la ínfima preocupación, la menor atención, el exiguo amor, que Agripina le reservaba, como si fueran los deshechos, las migajas, que Nerón ya no quería y que su madre para no desperdiciarlos en el segundo hijo rápidamente reaprovechaba antes de acudir de nuevo al lado de su primogénito. Parecía no haber aprendido nada de Agripa y Marcelo, de Póstumo y Tiberio. Me preguntaba hasta que punto el pequeño Druso estaba necesitado de cuidados y afecto, y pude saberlo cuando, con rápida caricia al pasar por su lado, obtuve de él de inmediato una mirada vidriosa de anhelo insatisfecho y febriles ruegos, un intento rápido de prolongar el gesto de afecto sosteniendo mi mano con fuerza entre sus dedos, y una triste sonrisa que suplicaba un beso o una palabra de amor y consuelo. Así pues, me dije con satisfacción mientras me sentaba a su lado, Agripina estaba sembrando entre sus descendientes hiel, envidia y cizaña, y ¡y no sabes madre hasta que punto la cosecha me interesaba! El rencor y la envidia de Druso por Nerón serían mi ariete, una brecha en la muralla de la horrible familia que ya el divino Augusto pretendiera aniquilarla. Sin duda no sería difícil conseguirlo, me dije a mi misma mientras rodeaba sus hombros y acariciaba su pelo: ni siquiera su padre Germánico parecía prestarle atención alguna.
Si bien, dada las circunstancias, era comprensible que la mente de mi hermano no tuviera sitio para ninguno de sus cinco hijos, puesto que ni siquiera estaba en los juegos, aunque siguiendo el sentir del populacho, que él idolatraba por ciegamente idolatrarlo, imitara distraído sus gritos y abucheos. Algo grave sin duda debía estar sucediendo para que no pudiera disfrutar del amor del pueblo por el que a su lado mantenía a Agripina y se arriesgaba a la ira del César; y aunque su esposa, desconcertada, revoloteaba a su alrededor curiosa y molesta intentado obtener respuestas, yo por el contrario sonreía con suficiencia. Sejano me había informado de todo esa mañana trazando en mi cama los caminos y bosques de Germania. Así pues, mientras mi marido le obligaba a asistir a aquellos juegos que no le importaban, en el Palatino se estaba decidiendo su destino, y no debió de resultarle tolerable ni fácil a mi tío Tibeiro soportar en la intimidad de su despacho los gritos enfervorecidos de "¡Germánico!", en que de continuo prorrumpía el populacho en honor de su héroe invicto, mientras en la soledad y por entero despreciado por esos pobres engañados, reclinado sobre el mapa de nuestras norteñas fronteras intentaba encontrar la forma de arreglar el desaguisado que dejara mi hermano en aquellas tierras. A mi regreso, y aún con mis ropas más caras, hube de dar inmediatas órdenes a los esclavos para que limpiaran y recogieran el destrozado despacho, mientras con suma paciencia en mi regazo vendaba y curaba las muy destrozadas manos del César. Sin embargo, a pesar de mi dedicación y de cómo la noticia afectaba a mi existencia, hube de esperar aún una hora a que mi marido Druso, su hijo, entrara atónito en la improvisada sala en guerra para conocer que el César Tiberio había decidido enviarle en calidad de general y comandante al Ilírico. Obvio que pretendía que Druso se acostumbrara a la vida militar y se ganara también él el afecto y la simpatía de los legionarios, a fin de minar la influencia y el prestigio que Germánico gozaba en el ejército, y argumentó para el nombramiento que los suevos pedían ayuda contra los queruscos de Arminio. La inmensa mayoría del Senado y el pueblo lo creyó simple y burdo pretexto pues consideraban que mi hermano había pacificado por completo Germania. ¿No se había celebrado un triunfo para por esa causa honrarlo?
Sin embargo, no debemos mentirnos a nosotros mismos aunque por nuestro bien les mintiéramos a ellos: la torpe y cobarde actuación de tu hijo en las fronteras del Norte no había para la gloria de Roma y nuestra familia recuperado la provincia germana por la que mi padre la sangre derramara, ni nos había devuelto las sagradas águilas, ni había vengado a los caídos en el bosque de Teotoburgo, ni había pacificado las tribus que al otro lado del Rin nos amenazaban, ni había conseguido botín alguno que paliara los enormes gastos de campaña, ¡ni había capturado ni aniquilado a Arminio, nuestro mayor enemigo!, sino por el contrario había asentado la libertad de los germanos y había entregado a los pueblos bárbaros nuevas fuerzas al creernos debilitados por no poder infringirlos el daño de los días de antaño y nos había convertido en motivo de mofa y burla junto a las hogueras de las aldeas extranjeras por nuestra pobre actuación y escasa capacidad de victoria y venganza. Por ello, no sólo los queruscos y sus aliados, los veteranos soldados de Arminio, tomaron las armas, sino que ahora también se unían a las fuerzas que nos desafiaban los semnones y los lombardos, así como los suevos de nuestro aliado el rey Maroboduo. Así pues, lejos de disminuir o eliminar la amenaza, la debilidad de Germánico la incrementara. Las fuerzas del enemigo habrían sido incluso superiores si Inguiomero, tío de Arminio, no hubiera huido con sus fieles y clientes a las filas del monarca suevo, al considerar de nuevo indigno obedecer las órdenes de su sobrino cuando en su propia cabeza asomaban las nieves de las altas montañas y cordilleras. Y aunque con los guerreros a sus órdenes hubiera podido sembrar el terror en las Galias, Arminio nunca se veía en su ambición saciado, y deseó también a los escasos hombres que permanecían leales a Maroboduo e Inguiomero, pensando que, si a su autoridad de no podía someterlos, al menos debería aniquilarlos para no permitir la existencia de enemigos y disidentes en tierras germanas. Sobra decir que, con la incapacidad de estrategia y organización de Inguiomero y la cobardía manifiesta de Maroboduo poca cosa podía hacerse contra Arminio y su fuerza arrolladora; así, cuando las alas derechas de ambos ejércitos fueron desbaratadas, y la Fortuna aún no había elegido porque bando decantarse, el suevo pensó primero en la supervivencia antes que en la victoria y la gloria, y se retiró de la batalla hacia el refugio de las colinas sellando así su propia derrota. Desde allí, de continuo mermado y por las continuas deserciones afectado, se retiró a las tierras de los marcomanos, desde donde solicitó ayuda a Tiberio y sus aliados romanos. Y aunque en un principio respondió mi tío que no podía invocar el socorro de las armas romanas contra los queruscos quién no había aportado ayuda alguna en el pasado contra el mismo enemigo, pronto se arrepintió y pensó que era la ocasión propicia de saciar a los manes de Quintilio Varo y las sombras de los hombres de aquellas tres legiones perecidas en Germania, más aún cuando, según los informes, la amenaza bárbara era aún mayor que en los días en que el divino Augusto se lamentaba por la perdida de sus hombres y provincia. Mi hermano, enterado del nombramiento y comprendiendo las oscuras intenciones de Tiberio de que Druso y no él tomara la gloria definitiva de la muerte de Arminio y su derrota, se postuló a pesar de todo como candidato para regresar a las fronteras del Norte con el fin de probar su valía que los nuevos acontecimientos ponían en duda, sin admitir sus errores, carencias y faltas, sino por el contrario argumentando su experiencia y conocimientos de aquellas tierras. El hecho de que mi hermano Germánico, puede que inconscientemente, se presentara como único posible salvador de la patria, no podía causar mayor desagrado en el ánimo de Tiberio y si antes no estaba dispuesto a concedérselo, a permitirle regresar con unas legiones que, sin causa justificada, le adoraban y suponían por ello para el César continua sospecha y advertencia, ahora le animaba además el afán de, con cierta dosis de humillación y de crueldad, obligarlo a aprender algo de modestia. Se mantuvo por tanto el nombramiento de Druso como comandante del Ilírico, para asentar la paz en Germania y mostrar a Roma la inutilidad de mi hermano. Para Germánico, añadió con sonrisa taimada, tenía otro destino pensado.

*Fotografías: "En el Coliseo", "Amante del arte romano" y "El discurso", de Lawrence Alma-Tadema

jueves, 18 de junio de 2015

Las reformas de los hermanos Graco

La actividad política de los hermanos Tiberio y Cayo Sempronio Graco, en el último tercio del siglo II a.C., pretendía la realización de una serie de reformas que abordaran seriamente los desequilibrios sociales -recesión económica, ruina del pequeño y mediado campesinado, alza de los precios, crisis del ejército, revueltas serviles, alto desempleo...-, generados no tanto por la política expansionista de Roma en general, que a partir del 156 a.C. tuvo que enfrentarse a varios frentes militares simultáneos, como por la ruinosa guerra de Hispania en particular, que había exigido más inversión de hombres y dinero que ninguna campaña anterior y de la que no se había obtenido aún el más mínimo beneficio. Asimismo, las reformas buscaban dar un mayor peso político a la plebe, tanto urbana como rústica, limitar los abusos de la aristocracia y, sobre todo, adecuar al fin el sistema de gobierno de Roma a las necesidades de un Estado imperial. Dichas reformas, propuestas por los hermanos desde el tribunado de la plebe, aunque en diferentes momentos, exigían: 

1-Nuevos repartos de las tierras para los ciudadanos más pobres 
2-La fundación de colonias donde asentar a los futuros nuevos propietarios 
3-Distribución de grano a cargo del Estado y a un precio inferior al del mercado libre
4-La extensión del derecho de ciudadanía para el resto de los latinos, y a los demás itálicos el derecho de voto en Roma. 

Para lograr tierras suficientes con las que realizar la reforma agraria en Italia, se pretendió regular la ocupación de los territorios conquistados en la península (el ager publicus), mediante una limitación del número de hectáreas por familia, de forma que se creara un excedente suficiente que repartir en lotes de tierra, inalienables y de igual extensión, entre los ciudadanos menos favorecidos. Con esto, se aliviaría el empobrecimiento general, disminuiría la tasa de desempleo, y se solucionaría la crisis del ejército en parte, pues al aumentar los pequeños propietarios, aumentaban los posibles reclutas1.

Aunque la medida no afectaba a la propiedad privada, que era inalienable, si dañaba los intereses de la oligarquía, que con el tiempo se las había arreglado para hacerse ilegalmente con la mayoría del ager publicus, que en teoría era propiedad del Estado. La reforma además perjudicaba a los itálicos, cuyos estratos municipales más ricos habían participado en la ocupación de la tierra pública y cuyos proletarios, al no ser ciudadanos, ni siquiera podían beneficiarse de las asignaciones previstas por la ley. Para aliviar el creciente descontento, evitar que éste se volviera en su contra2 e, incluso, llegar a reconducirlo en su favor3 los Graco pidieron el derecho de ciudadanía al resto de latinos y el de voto a los demás itálicos. Aunque la medida satisfizo a los aliados, en caso de aprobarse, perjudicaba, al igual que la reforma agraria, los intereses de la aristocracia, pues supondría un aumento del número de votantes, cuyas asambleas, al estar alejadas de Roma, escaparían de todos los medios coercitivos y de control de la oligarquía.

Por todo ello, pronto se formó un grupo numeroso e importante contrario a las medidas de los Graco, perteneciente al orden senatorial y parte del ecuestre, que intentó impedir por todos los medios que muchos proyectos de ley de los hermanos fueran aprobados. Para lograrlo, utilizaron en primer lugar a personas tales como Octavio, tribuno de la plebe junto con Tiberio, que interpuso constantemente su derecho a veto a la reforma agraria de éste. En segundo lugar, manipularon a las masas, con lo que consiguieron que el proyecto de ley para entregar la ciudadanía al resto de latinos y el voto a los itálicos fuera rechazado, ya que se hizo ver a la plebe que si los itálicos accedían a la ciudadanía, los beneficios que hasta aquel momento habían disfrutado en exclusiva deberían ser compartidos entre más individuos. En último lugar, se recurrió incluso a la violencia, que desembocó en el asesinato de los Graco y sus partidarios.

Los Graco, por su parte, contaban con el apoyo de la inmensa mayoría de la plebe rústica, la mayor beneficiaria de la reforma agraria; y de parte de la urbana, gracias a las nuevas condiciones para la distribución del trigo. Aunque el peso político de ambas era muy inferior al que tenía el Senado, los Graco lograron la aprobación de algunas de sus medidas acudiendo a ellas a través de las asambleas populares de Roma, como, por ejemplo, la entrada en vigor de la reforma agraria pese al veto que el tribuno Octavio interpuso, gracias a que la asamblea popular votó que éste depusiera su cargo. Así mismo, los Graco contaban también con el apoyo de la otra parte del orden ecuestre -ya que habían entregado a este estamento parte del control de los tribunales- y con el respaldo de los aliados por su intento de concederles la ciudadanía. Por último, no todo el estamento senatorial les era contrario, si no que una parte de él apoyaba sus reformas, e incluso ayudaba en la consecución de las mismas, como, por ejemplo, Apio Claudio, miembro de la comisión encargada de poner en funcionamiento la reforma agraria, Fulvio Flaco, el primero en proponer la concesión de la ciudadanía a los latinos y el derecho de voto a los demás itálicos, o Papirio Carbón, otro miembro de la comisión agraria.

De hecho sus partidarios debieron ser muy numerosos, pues nada menos que tres mil de ellos fueron ejecutados tras el asesinato de Cayo4; sin embargo, en conjunto poseían menor importancia y menor influencia política que sus adversarios; en primer lugar, las asambleas populares poseían muchísimo menor poder que Senado, y la plebe podía ser fácilmente manipulada por la aristocracia mediante la demagogia y el sistema de la clientela, que establecía fuertes lazos de dependencia entre la plebe y la oligarquía; en segundo lugar, los aliados itálicos, al carecer de derecho al voto, no poseían el más mínimo poder político; y por último, el orden ecuestre, aunque con enorme importancia económica, no poseía ningún poder político, pues sólo el orden senatorial podía acceder a las magistraturas. Por todo eso, el partido de los hermanos Graco no logró que gran parte de sus medidas fueran nunca aprobadas, ni siquiera que las que si fueron admitidas se realizaron de forma completa, debido a las trabas que logró imponer el Senado. Por último, fueron abolidas tras el asesinato de Cayo.

Sin embargo, pese a que finalmente ni Tiberio ni Cayo lograron nada, nada volvería a ser lo mismo después de ellos. Los problemas que, cómo ya hemos visto, generó la aprobación de la reforma, los que no logró resolver, los que provocó el no aplicarla5, y las guerras exteriores, generaron diferentes conflictos político-sociales que afectaron a la cohesión interna de la aristocracia, que se dividió en dos partidos, o factiones, optimates y populares, cuyo origen podemos vislumbrar en la oposición o el apoyo a las reformas de los hermanos Tiberio y Cayo Sempronio Graco.

La formación de factiones no era una práctica nueva, pues, por ejemplo, el propio Tiberio Graco era miembro de una factio, la liderada por Apio Claudio, opuesta a otra factio, la de Escipión Emiliano. La diferencia radicaba en que, anteriormente, las discusiones internas entre las distintas factiones en que se dividía el orden senatorial, que podían amenazar el exclusivo control nobiliario del gobierno y la cohesión del estamento aristocrático, se habían resuelto siempre dentro de este orden senatorial, mediante discusiones privadas, sin ninguna trascendencia fuera del grupo, que resolvían cualquier diferencia, para que el Senado pudiera pronunciar su decisión oficial y pública como colectivo. Sin embargo, ahora, estas diferencias entre los diversos grupos en que se dividía el orden senatorial había llegado a un punto nunca alcanzado antes y habían trascendido por primera vez fuera del seno de la aristocracia, descubriendo sus debilidades internas, porque estos grupos, o factiones, buscaron el logro de sus metas políticas fuera del estamento aristocrático, recurriendo a la ayuda de la plebe a través de las asambleas populares, del orden ecuestre, y tras Cayo Mario, del ejército.

La entrega por parte de los Graco del control parcial de los tribunales al orden ecuestre supuso para el orden senatorial la pérdida de uno de sus antiguos privilegios, cuyo mantenimiento era, junto con la cohesión, uno de los pilares en que se basaba la fuerza del grupo. La pérdida de ambos debilitó al estamento, e inevitablemente, el exclusivo control nobiliario del gobierno empezó a desaparecer.
El mayor beneficiario de esa pérdida de autoridad fue, sin lugar a dudas, el orden ecuestre, un grupo politizado por la acción de los Graco de entregarles parte del control de los tribunales. Atento, sobre todo, a sus intereses económicos, invertirían en ellos su nueva fuerza política, en unos casos contra el orden senatorial, y, en otros, a su favor, por que compartían con él un buen numero de intereses.

Por último, la reforma de los hermanos Graco supuso también el despertar de las masas como factor político. Pero los diferentes problemas y aspiraciones de la plebe rústica y de la plebe urbana, y sus fuertes lazos de dependencia-debido al sistema de la clientela-con los miembros de la oligarquía, lo que permitía su manipulación, imposibilitaron la formación de un frente unitario y complicaron aún más la escena política en Roma.

1 El Estado romano exigía una determinada renta anual a sus ciudadanos para poder entrar a formar parte del ejército, ya que eran los propios soldados los que se pagaban su equipamiento.
2 Pues el resto de latinos, aunque no poseían la ciudadanía al igual que el resto de itálicos, si poseían el denominado ius latini, el derecho latino, que otorgaba el derecho a voto en la ciudad de Roma.
3 Porque es lógico pensar que los itálicos, en el caso de lograr la ciudadanía o el voto gracias a los Graco, se sentirían más inclinados a alinearse a su favor que en su contra, lo que aumentaría enormemente su potencial de voto.
4 Cf. Plutarco, Vida de Cayo Graco, XVII.

5 La ciudad latina de Fregellae, por ejemplo, decidió sublevarse al conocer el fracaso del primer proyecto para conceder la ciudadanía a los itálicos, propuesto por Fulvio Flaco, partidario de los Graco y cónsul en el año 125 a.C. La reacción del Senado no se hizo esperar: la ciudad de Flegellae fue completamente destruida.

---------------------
*Fotografía 1: "Los Gracos", de Eugene Guillaume
*Fotografía 2: "Graco dirigiéndose a la asamblea de la plebe", Silvestre David Mirys
*Fotografía 3: Senadores y magistrados en el Friso del Ara Pacis
*Fotografía 4: "El asesinato de Cayo Graco", por François Topino-Lebrun